Chenel, Manolete y Las Ventas
Propiedad de Canal + Toros
Cien años transcurridos desde el nacimiento del superior Califa del Toreo (por encima de Lagartijo, Guerrita, Machaquito o El Cordobés), opinión personalísima, claro está, mi pretensión se aleja de recordar efemérides, anecdotarios repetidos hasta la saciedad o un análisis profundo de su tauromaquia. Nada de lo mencionado anteriormente carece de mérito, más bien al contrario: requiere horas de lectura y un profundo conocimiento técnico de la lidia. Por justicia, no podría dejar pasar la ocasión sin mencionar a José Morente, gran aficionado y divulgador excelso de la fiesta y autor de un magnífico serial sobre el 'Monstruo'. Pinchando aquí, comienza el deleite.
Mi homenaje, en este caso doble, se dirige hacia estos matadores de toros, especificados en el título que, por motivación temporal, no pudieron coincidir en carteles, pero sí en más de una tarde del túnel de cuadrillas venteño. Antonio Chenel, tótem del casticismo goyesco y una pureza muy suya, narra con esa torería tan propia sus experiencias con el diestro cordobés en la antesala de la arena, sin superar siquiera la barrera de la adolescencia, por cuestiones de cálculo temporal. El matador madrileño nació en 1932 y Manuel falleció en 1947: no pudo sobrepasar la barrera de los 15 años.
Cuestionarán los neófitos el por qué de semejante privilegio. Muy sencillo: la familia de Antoñete, afiliada al bando republicano, huyó a Castellón durante el desarrollo de la Guerra Civil. En 1940, de regreso a la capital, poco subsiste de años atrás, dejando paso al hambre, la carestía, la miseria, la marginación, la desigualdad social... Y, off-topic obligado, también el sacrificio de gran parte del ganado bravo existente hasta entonces en pos de la susbsistencia. Su padre, desahuciado, por motivos políticos, de vivienda y empleo (en la Fábrica Nacional de Moneda), envía al pequeño con su hermana, esposa de Paco Parejo, cuñado y mayoral de Las Ventas en aquel período.
A forma de epílogo, presento este par de imágenes donde sobran las palabras:
Cigarrillo previo a la hora de la verdad | Diario ABC |
Imitando a sus héroes de infancia | Diario ABC |
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